UNA CÁPSULA ENDOSCÓPICA QUE SE DISUELVE EN EL ORGANISMO PERMITE DIAGNOSTICAR ESTENOSIS

VI SEMANA DE LA GASTROENTEROLOGIA DE LA UNION EUROPEA

07 de noviembre de 2003 - Diario Medico.com

La cápsula de patencia, que se autodesintegra si no ha sido expulsada naturalmente del organismo después de 80 horas, permite el diagnóstico de estenosis intestinales que desaconsejen la utilización como herramienta diagnóstica de la cápsula endoscópica tradicional. La nueva herramienta ha sido presentada en la XI Semana de la gastroenterología de la UE y está previsto que se comercialice en diciembre.

La cápsula de patencia es capaz de disolverse si no es expulsada naturalmente por el organismo después de 80 horas y permite comprobar la existencia de estenosis intestinales que contraindiquen el uso de la cápsula endoscópica tradicional, por impedir un recorrido y expulsión normales.

Durante la XI Semana de la Gastroenterología de la UE, organizada por la Federación de Gastroenterología de la UE (UEGF) y celebrada en Madrid, Juan Manuel Herrerías Gutiérrez, del Hospital Virgen Macarena, de Sevilla, ha explicado las características de esta nueva cápsula de patencia, que se comercializará en Europa el próximo mes de diciembre: "Se trata de un dispositivo ciego que sólo permite el diagnóstico de estrecheces intestinales insospechadas, que impedirían el recorrido de la cápsula endoscópica clásica".


Una vez comprobada la viabilidad, para el diagnóstico de lesiones se seguiría utilizando la cápsula endoscópica tradicional.

La cápsula de patencia M2A, desarrollada por la compañía Given Imaging, está especialmente indicada en pacientes con enfermedad de Crohn, que hayan seguido una terapia prolongada con AINE o sometido a un tratamiento radioterápico previo, "que son los que pueden presentar estrecheces intestinales, junto con los que han sido intervenidos o tengan adherencias", ha comentado el experto del Virgen Macarena.

Las dimensiones de la cápsula de patencia son las mismas que la endoscópica. Sin embargo, el dispositivo está compuesto por un cuerpo biodegradable que rodea un dispositivo de radiofrecuencia que se mueve por el intestino impulsado por los movimientos peristálticos. Si su excreción se retrasa más de 80-100 horas, la cápsula de patencia se autodisuelve en el tracto gastrointestinal, evitando las complicaciones en caso de que exista una obstrucción.

La posibilidad de disponer en el futuro de una cápsula que aúne la ventaja de la cápsula de patencia, la autodesintegración, junto con la de enviar imágenes diagnósticas no es factible, en opinión de Herrerías. Sin embargo, "lo que hace falta es que el precio de la cápsula de patencia sea competitivo para que se pueda administrar antes de la endoscópica de diagnóstico", ha considerado.

El Virgen Macarena es el único centro español que participa en un estudio internacional, junto con otros tres centros de Alemania, Italia y Bélgica, que prueba la eficacia y seguridad de la cápsula de patencia. La experiencia con once pacientes comunicada en la Semana de la Gastroenterología por Herrerías ha sido buena, "demostrando que si la cápsula de patencia realiza el recorrido sin problemas, la cápsula endoscópica también".

En Crohn

Durante su intervención, Juan Manuel Herrerías también se ha referido a las ventajas de la cápsula endoscópica en el diagnóstico de la enfermedad de Crohn, en pacientes que presentan un cuadro compatible con la patología, pero en los que ni la gastroscopia, ni la colonoscopia, ni las radiografías han detectado alteraciones. "La cápsula endoscópica encuentra lesiones hasta en un 40 por ciento de este subgrupo de enfermos", según datos de diversos estudios apuntados por el experto de Sevilla.

Pero aún más, al comparar la capacidad de la TAC o de la enteroclisis para hacer un estudio más refinado del intestino delgado, se sigue viendo que la cápsula endoscópica es superior. La explicación es que con frecuencia (30-40 por ciento) la enfermedad de Crohn se localiza sólo en el intestino delgado y en un subgrupo concreto (10 por ciento) la lesión está sólo en el yeyuno e íleon.

 


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