A David...


Corcel de lágrimas me golpea,
blanca espada atraviesa mi alma,
mi cuerpo, otoño frio,
mi corazón con tatuaje se marca.

Se vuelven hojas secas mis manos,

Cuando tus ojos se cierran.

Un fuego frio me abraza

Y tu vida que empezara en esta estancia fria
como mariposa perdida quedó atrapada.
Y en ausencias dormidas de habitaciones claras
mis manos tiemblan, como tierra rajada.

Y mi voz se vuelve tenue y callada
cuando las nubes de bronce y plata
despuntan al alba.
Grito y lloro sin sonido en mi garganta

¡Quiero ver su rostro!,
acariciar con mis ojos su mirada
y en este silencio roto que devora mi alma
Ya escucho sus pasos......

Y le pregunto entre lágrimas:
¿Donde estuviste mi cielo?
¡Yo te esperaba!
¿Donde habita ahora tu alma?

Ven, sientate conmigo...
Que yo te coja en mi falda,
como cuando eras un niño,
y te cantaba una nana,

¡Quiero callar tu llanto!
¡Quiero secar tus lágrimas!
¡Quiero esperar contigo,
hasta que los ángeles te cubran con sus alas!

¡Tenerte abrazado entre mis pechos
hasta que el sol de nuevo salga!

Amar - 17.09.2003