Madre y abuela
No sé, hija, cómo puedo darte las gracias por el tesoro que me has dado,
quizás si lo dijera con palabras
llenas de sonido,
no me entenderías
y por mí rodarían lágrimas.
Pero quiero que escuches
y quede grabado para mañana
lo que mi corazón siente por ella,
aunque mi voz esté callada.
Saboreo el mirarla cuando duerme,
cuando en silencio por mi casa anda,
me gusta el brillo de sus ojos
y su sonrisa clara.
Me encanta de ella
hasta el inquieto vuelo
de horas tempranas.
Me embruja la chispa
de su voz picarona
cuando “mamá” me llama,
me sobornan sus brazos
cuando a mí se abrazan.
Es la flor que a mi vida
le faltaba
cuando los inviernos me arrastraban
a la soledad
que ya por mi casa paseaba.
Es la brisa que calmó la tempestad de mi alma,
ella es mi hoy, mi ayer y mi mañana.
Me endulza verla dormir,
es como un ángel sin alas.
Huele a jazmín, geranio y albahaca.
Y cuando se despierta,
tan suave y vaporosa
me parece una mariposa blanca
que de flor en flor vaya
para extender sus alas.
Me hace gozar cuando me habla
aunque yo no entienda sus palabras;
me hace reír y a ella le encanta .
No sé, hija, qué más decirte de esa rosa blanca,
que la quiero más que a mi vida,
que por ella cruzaría valles, campos y montañas.
Es un amor tan grande el que siento
que no sé si la quiero más
que a mi propia savia.
Y aunque no la llevé en mis entrañas,
la siento tan mía
como si de mis pechos se alimentara.
Estos son mis pensamientos
y mis sentimientos que callan
cuando llamáis a la puerta de mi casa.
No sé qué más decirte, hija,
porque me rebosa de amor el alma,
sólo gracias, gracias por compartir conmigo
ese amor de madre por Marta.
SÓLO ME QUEDA
Ya sólo me queda la hermosura de las palabras
que aún son capaces de pintar mis líneas.
Son tan hermosas cuando, poco a poco, se abren sobre el destino
que ya mis pisadas ciega…
Como finos tallos se doblan
cuando nuevos vientos las golpean
y… vuelan asustadas
porque a un misterioso y blanco lugar
su fuerza les lleva.
Ya sólo me queda la hermosura de las palabras
porque de mi rostro cegó el tiempo la belleza
y mis años ya van volviendo a la tierra
que mis pasos esperan…
Tierra donde a veces busco
poder obtenerla
y sólo las encuentro a ellas
fieles y soñadoras
que consuelan mis soledades
y sobornan mis tristezas.
Ya sólo me queda la hermosura de las palabras
que, aun cuando yo envejezca,
ellas siempre
se mantendrán eternas
porque en el jardín de los lienzos
siempre estarán ellas frescas.
¡Ya sólo me queda la hermosura de las palabras!
AZAFRANADAS
Vierte azafranadas lágrimas
que en pálidos dorados se convierten.
Cuando la noche llega a su cumbre
silencioso se recoge en su vientre
que lo hace cautivo entre sus frías manos.
Su libertad muere en sus profundidades
para que ella emerja plena y hermosa
sobre esos rosales que iluminan el infinito
para darnos su blancura inerte
AMO MÁS
Amo a mi tierra
más que el labrador
que la ha arado.
Él hace surcos en ella
para que nazca el grano
y yo…
la labro con poemas
que la van forjando.
Amo a mi mar
más que la arena
que lo va besando.
Ella le da su silencio
y yo…
las lágrimas de mi pasado.
Amo a mi cielo
más que todos los astros
Ellos le dan su luz
y yo…
mi amor callado.
EL CAMINAR
Triste caminar el de los hombres
que ya su sol no tienen.
Lágrimas mojan sus pasos
cada vez que sus miradas vuelven
a esa tierra que, aunque lejos,
en su sangre sienten.
Tristes y pausados son sus pasos
ya blancas están sus sienes
pero , aún en ellas guardan
de donde proviene
el color de su bandera
que con el sudor de sus frentes
bordaron blanca y verde.
Triste y solitario el caminar
de los andaluces que a su tierra vuelven
cuando sus ojos están cerrados
y sus manos ya no sienten.
SACAR DE MI PIEL
Qué difícil es sacar de mi piel
y de mis manos todo lo vivido.
Qué oscuras son las noches
y qué largos los días
cuando se deja de mirar a la cara
y el amanecer llega con verdades
que se hacen mentiras.
Qué difícil es buscar en los cajones del alma
el amor
cuando el alma yace dormida.
OCÉANO DE MUJER
Nadie sabe aún cómo es
Le tocamos intentando paralizarlo
nos bañamos y mojamos en él
sobre él navegan barcos….
pero nadie sabe su hondura.
Si los huracanes lo abrazan
turbulento se vuelve.
En invierno se hace de hielo
y se llena de escarchas frías.
Se preguntan esos que a él se lanzan
de qué están hechas sus aguas cristalinas
que a veces son saladas y dulces y amargas
como la vida misma.
Si pasas por él
puedes perderte para siempre
o llenarte de esperanzas.
Porque pocos pueden saber
aunque sondeen su ser
cómo es de profundo el océano
que hay en el corazón de una mujer.
TE MIRO
Te miro
y me veo deshojando al cielo
para saber cuánto te quiero.
Cuento en silencio las hojas de mis sentimientos
Me veo acunándote
Acariciando tus pequeños dedos
Te miro, y sé que te quiero
Bajo una estrella que ilumine tus sueños
y bajito te digo:
¡MARTA te quiero!
TAN LLENA
Tan llena me creí estar
que abrí mis brazos para dar
lo que en mi había
sin más.
Y no pensé jamás
que algún día
podría necesitar tener guardada
de esa parte,
la mitad.
Tan llena me creí estar
que no guardé nada
para esos días de soledad
Y mi alma
tuvo que mendigar
un poco de lo que di a los demás.
VIENTO DE MI TIERRA
Viento que entra en mi tierra
que encrespa a mi mar
que levanta sus arenas…
no te lleves mis pisadas
ni mi voz serena.
Llévame en tus brazos
a esas salinas que tú secas.
Quiero dejar en ellas
el trabajo de mis manos
que no supieron mantenerlas.
Viento que entra en mi tierra
átame a sus raíces
lléname de su belleza
¿No ves que la amo?
¿Que al igual que tú
soy parte de ella?
Viento de levante
Viento de mi tierra
PERDÓN
Quizás tendría que pedir perdón
a tu vida
porque mis labios un día
soplaron besos
sin saber quién los cogería
y ese viento atravesó la flor
que sellaba tu boca
tan vacía como la mía
y nuestras vidas quedaron unidas
por un beso
Quizás tendría que pedir perdón
a tu vida y a la mía
MI NIÑA
Te cantaré una nana, mi niña,
mis brazos serán tu cuna
te llenaré de besos
y de mil caricias
Te cantaré una nana, mi reina.
Y, mientras duermes
tus sueños blancos arroparé
con la dulzura de mi voz.
Cerraré las ventanas
para que la luna no te despierte
y seguiré cantándote bajito
hasta que llegue la madrugada
Y sin haberte dado la vida
ni llevarte en mis entrañas
seré tu madre en la noche
y tu abuela en la mañana
DE MI JARDIN
Qué extraña flor nació en mi jardín
qué exuberante su fragancia.
A veces, sus colores duermen
otras, se estrellan en mi mirada.
Qué extraña flor que llora.
Más raro es ver cómo habla
y extiende sus pétalos hacía mí
como si de brazos se tratara.
Su olor es generoso
como el de un bebé cuando lo bañas.
Tiene nombre de mujer
y sus raíces son humanas,
casi un año tiene ya
y por más que la miro
la veo extraña.
Saca de mí las tristezas
y endulza mis mañanas
PORQUE LE QUIERO
Amo a quien no puedo
y me ama el que no quiero
¿Tan complicado es el amor?
¿O es que yo no sé entenderlo?
Ese sentir me hace ir contra el viento
y siento miedo de esos sentimientos
que sin querer tener, tengo.
Corro , salto por las calles
de mis pensamientos
y el latir de mi corazón
se hace más denso,
pues le veo a él
acariciando mis manos,
besando mis besos.
Sé que no debo
pero mis pisadas van contra el viento
y me salen alas
y vuelo, vuelo
hasta que llega el temido sueño
y rindiéndome a sus brazos sueño
que me aman
y que yo amo al que no puedo.
¿Tan complicado es el amor?
¿O es que yo no lo entiendo?
Pero me hace sentir
como una niña
cuando le crecen los pechos
hermosa , frágil, brillante
como un lucero.
Todo eso me causa dudas
pues me lo hace sentir
el amor que amar no puedo.
Sé que me engaño
pero es que le quiero
¡qué difícil y complicado es el amor
cuando sólo es un sueño!
Que al llegar la mañana, siga existiendo
y no puedas tenerlo
porque tu corazón lo han hecho prisionero
de un amor que tú no amas
y de otro que por él, vas muriendo.
SIN SONIDOS
Te daré palabras sin sonido
que morirán en tu mirada,
sepulcro de vocales serán mis labios
y en ellos…
tu nombre quedará grabado.
Apretaré mis dientes
con toda mi fuerza
por si mi boca es débil,
y un sonido caprichoso
de ella se escape
en mi garganta ahogaré el viento
que forman los sonidos
para que sólo entre tú y yo
haya silencios de palabras
Y el corazón dictará la sentencia
de esas miradas que componen
las palabras que no decimos
ME DICES
Vienes y me dices que no sientes nada
Me reprochas la frialdad de tu cuerpo
Te quejas del morir de tu corazón
De que tus ojos se ahogan
De que tu alma agoniza
Dices que la culpable soy yo
de la tristeza que te inunda.
Y me pregunto
¿Por qué me dices todo esto
si fuiste tú quien cerraste
el portal de tu cuerpo
dejando morir fuera
mi amor por ti?
CADA DÍA
Te busco cada día en las sombras de mis letras
entre los renglones de mil palabras
que se estrellan ante mi mirada
Y tú… no llegas
Intento verte entre el gentío
entre los vértices del viento
que trae voces de otras gentes
al sitio donde te conocí.
Y tú… no estás
Me pregunto qué ha sido de ti
por qué tu amor no llega a mi vida
por qué te has hecho sombra
ante este gran sol que es mi corazón.
La ausencia de tu nombre entre la gente
que camina junto a mí
hiela la llama que se esconde dentro de esta mujer
ya no sé si te tuve
o sólo fuiste un sueño.
Tan solo el viento sabe
que muero en silencio
buscándote entre las líneas
que un día me hicieron saber de ti.
MORÍAN LAS ROSAS
Entre las rosas que se marchitaban en mi jardín
entre esos lirios que dormían mi sentir
te vi a ti , la más linda flor de abril.
Mis ojos se fijaron en la risa
que desde tu tierra me ofrecías
tus palabras se desprendían como pétalos
acariciándome .
Tú , esa flor delicada
supiste sacar el perfume del amor
que dentro de mí se ahogaba
me dejaste saborear de tus labios el elixir
que en los míos faltaban
y sentí que en la heredad donde mis rosas de abril morían
tú nacías para mí cada día con distinto aroma.
Me diste en tantas noches donde la soledad en mi anidaba
todo lo que una vez perdí
sin más...
EL AMOR
CONFIRMACIÓN
Quiero recibir de ti Espíritu Santo
el sacramento que dice
de dónde vengo y hacia donde voy.
Yo soy un trozo de tu árbol
por medio de mis padres.
Ahora , este caminar, me toca escogerlo a mí
sin que mis mayores
me impongan sus razones.
Quiero que en este día
el cielo me regale
alas de ángel,
y de la Madre de Dios
recibir en forma de flores
todos sus amores
para saber guardar
la semilla de la fe en mí.
Y de ti, Jesucristo,
quiero todos tus dones
para ponerlos en práctica
cuando me cueste caminar
por mis estaciones venideras.
Sé que la fe es dura de mantener
sé que mi carne será débil
en muchas situaciones,
pero tendré de tus manos
la semilla que hoy me das
para poder vencer
las guerras que la vida me ponga.
MIRADA
Serán vuestros ojos mi último mirar
agarraréis mis manos queriendo retenerme
cerraréis mis ojos que, sin vida,
aún llorarán.
Me separo de vosotras que formáis parte de mi cuerpo
no será un ir, sólo una ausencia en nuestras vidas
mi nombre quedará grabado en vuestros labios
y volaré en vuestras mentes
cada vez que oláis
el nacer de la flor de los naranjos
ME LEVANTÉ
Hoy , aunque nos conocemos poco, me levanté pensando en ti.
Me acerqué hasta la puerta de tu casa y entré en tu jardín.
Vi que las rosas que cubren la entrada aún estaban llenas de los besos de la noche,
aún se ven en ellas la frescura del alba.
Te esperé, y tú no llegabas, mi vida,
y entre ellas me senté
como si pudieran entenderme,
como si ellas fueran las mensajeras
entre tú y yo.
Les pregunté el por qué es tan difícil que tú te fijes en mí
les grité que te dijeran que quiero que me quieras.
Yo te quiero a mi forma, a mi manera
como se puede querer en esta distancia sin poder tenerte.
Quiero , amor, que me dejes entrar en tu corazón,
que en él me acurruques
y que en tus alas doradas me hagas de nuevo volar
a ese mundo que duerme en mí
a ese mundo que vibra cuando tú estás
que olvidé que existía .
Ese mundo que forma mi cuerpo de mujer
¿SERÉ YO?
Me pregunto si seré yo
la que camine por estas líneas
que revolotean en mis manos
como pájaros alrededor del grano caído.
¿ Será mi voz insatisfecha y llorosa
la que camina en estos renglones,
o serán palabras de mujer
que , contenidas,
años tras años,
encontraron un camino a la libertad?
CANAS
Aquí estoy, sentada, peinando mis canas,
asomada en el espejo de mi mirada
recordando mi juventud y, aunque callada,
hablo con la soledad que me acompaña.
Y voy zurciendo
los jirones de mi alma
con hilos de calma.
En ese ir y venir sobre mis pisadas
les cuento esos sentimientos que aún en mi caminan
de cómo él me amó y yo le amaba
de cómo echo de menos el palpitar
del corazón en mi garganta,
de esa piel tersa que hoy se muestra arrugada...
y le hablo, aunque callada,
de las flores que adornaban en antaño mi casa,
de esas voces que ya sólo son ecos
en las sombras atrapadas.
Y ella me contesta, aunque callada,
Que ya la vida pasó por mi ventana.
Cierro mis párpados
y en silencio
hablo con esos ojos
que al recordar…
se llenan de lágrimas
y les pregunto por qué son tan crueles
que sólo reflejan la vejez que en mí se marca…
si aún son tibias mis aguas
si aún las caricias de mí se derraman
Ellos no responden
sólo miran mi mirada
mi cuerpo se agita al ver
que las horas pasan y pasan
mientras que
perdida en mi mirada
sigo peinando mis canas
LA PRIMAVERA
Ya llegó toda ella resplandeciente
sus cabellos,
crepúsculo de la luz y del color,
llenan de azúcares los surcos del arado
haciendo nacer del grano la rica flor
que sigilosas obreras
cardan sin descanso
escogiendo de los campos
el jugo mejor..
Ya llegó
toda ella resplandeciente
alborotando a los ruiseñores
que ya cantan en mi balcón.
Al despertar dicen en sus gorjeos
que la primavera se hizo flor.
TE ESPERO
Te espero entre las sombras de estas letras
que me hacen sentir sola sin ti
Te espero entre líneas de palabras
que no dicen nada si no son tuyas.
Anochece y no se si te veré
Amanece y aún sigo con tu ausencia
Abro las ventanas y el sol me habla,
me dice con su luz que la vida es bella
pero mi risa no aflora en estos labios que se secan.
No sé dónde buscarte, no sé cómo llegar
a lo más profundo de ti.
Veo volar los pájaros
y me gustaría que mi alma tuviera alas
y sondear el abismo que nos separa.
Te espero en este jardín
lleno de flores, lleno de vida
aunque mi corazón hay días
que sin ti no late.
EL AIRE PESA
Hoy el aire esta denso
parece que pesa.
Su aroma es de incienso flores y velas
Las campanas hoy
fueron más tempraneras.
Su repicar afligido
dice en voz queda
que a las cuatro, en la tarde
hoy se abrirán las puertas,
que han vestido de malva
al que de blanco naciera.
Los lirios besan sus pies
y en su espalda,
un madero le cuelgan.
Su madre, de negro,
con rosario de perlas
y cubriendo sus manos
pañuelos de blanca seda.
Se escucha el cerrojo,
el crujir de las puertas,
y los tambores
a sonar empiezan.
Las palomas el vuelo alzan,
el gentío lo espera.
Mientras... la pena en mí,
se hace daga
que mi alma atraviesa.
Veo alejarse sus pasos
y mi cuerpo...
se hace viento y vuela.
Quisiera ser lirio
para ir a su vera
o ser esas lágrimas
que del pañuelo de su madre
cuelgan.
AZOTEAS BLANCAS
Azoteas blancas
Llenas de macetas y jilgueros
Cuna donde yo jugaba
A ser princesa sin reino
A ANTONIO MACHADO
Paso a paso, me alejo de mi tierra.
Atrás dejo enterrada su belleza
que desaparecer veo
bajo esta luna llena.
Ya oscurece el día
mi alma
de pena se llena
al ver que mis pasos cansados
serán huellas de otra tierra
Paso a paso, me alejo de mi tierra
No sé si algún día
podré volver a ella
pero en mis bolsillos quedarán
los versos de un poeta
que llorando se marchó
paso a paso, de su tierra
ALMA BLANCA
La blancura de la luna tengo en el alma
y en mi mirada
el azul del cielo que me guarda.
De mis manos nace
la voz de una guitarra
Tengo en mi piel
el olor de la vid que se derrama
y bordado en mis enaguas
llevo el blanco y verde
de la bandera
de mi tierra clara.
A JUAN RAMÓN JIMÉNEZ
Hoy decidí cerrarme al mundo y también ahogar la voz de mis manos,
Sólo quiero sentirte a ti en ellas y en mis oídos escuchar tus pasos.
No quiero perder el olor a los azahares que aún perdura en muestro cuarto
él me lleva a recordar mi tierra y a ti en las pupilas de mis ojos claros.
Qué hermosos eran esos paseos que dábamos
cuando el sol languidecía sobre los naranjos.
¡Escucha!, te digo,
escucha el correr del agua en el pozo del patio.
Te cuento cuando las golondrinas venían
de año en año
anidando en las ramas del mismo manzano.
De cómo en mi juventud me enamoré de mi tierra y sus campos.
Y suspiro
y sigo hablando como si tú
escucharas mis relatos.
Las horas han pasado y tu voz no me llega
Sólo escucho el sonido del viento desgarrado,
Golpean las ventanas que cerradas están
a cal y canto.
Por un segundo creo que duermo…
y se me escapa un llanto.
Cuando al abrir mis párpados noto tu ausencia
una losa cae en mi pecho que me hace daño
La soledad me invade y me tiemblan las manos
Sólo me conforta soñar con el Moguer
de esos gratos años.
PALABRAS QUE GRITAN
Ya no me siento sola en este gritar.
Mi corazón se ha llenado de palabras
que revolotean en un mundo con voz de hombre,
No quiero tener que recoger más el grano caído de sus mesas,
quiero ser parte del campo donde ellos siembran,
No será más mi voz la que en solitario grite
oprimida e insatisfecha.
Porque, en cada una de mis letras
habrá parte de las vivencias de esas vidas
que exiliadas en sus casas,
y algunas de sus tierras,
lucharon para que nosotras disfrutáramos de ellas.
Ya no me siento sola en este gritar,
mi corazón se recrea en el blandir de mi bandera
que, bordada
con hilos de dolor,
con puntos de coherencias,
lleva las palabras libertad e igualdad
para mujeres y hombres que luchen por ella.
VI AYER TARDE
Aún se veían ayer tarde sobre tu cielo
colores azafranados
que el sol en su dormir dejaba en ti.
Con los ojos de mis sentidos vi
cómo él abrazaba con suavidad tu despertar a la juventud
y a la vez vi
cómo acariciaba tus cabellos ya encanecidos.
Vi como la llamabas a tu vera
con tu voz profunda y melancólica
como un amante cuando espera a su amada
para bailar entre las sombras con ella
Noté su vejez en las calles que hacen su rostro,
su piel se hizo transparente como tus ojos
para mostrarme los secretos de toda su existencia
La vi cansada, postrarse a tus pies
para observar tu bravía
mientras duermes
La noche comenzaba a surgir
y el latir de vuestro amor
más se acentuaba
entre esos besos
que desde el infinito os miraban.
Tus mareas del ayer y las del hoy
la embellecen
y marcan la orilla de sus vestidos.
Tu sal hacen los delantales que ella extiende
para arropar a sus hijos.
Vi con los ojos de mis sentidos
que tú, MI MAR
aún pasando los años
la defiendes y fortaleces
mientras tú, MI TIERRA
respetas su inmensidad
CARMEN BRUZÓN MOLINA
VERANO 2007