Hace unos dias.....

    

Hace unos días, mis sobrinos José y Susana me trajeron una tarjeta.

En ella no sólo había una fecha con sus iniciales, bordadas de ilusión,

Entre esas líneas, llenas de un tiempo de espera, pude ver muchísimas cosas grabadas.

Mientras abría el sobre para mirar la invitación, una sonrisa afloró a mi cara y mi mente se me escapó.

¡Parecía tener alas!

Entonces, comencé a sondear sus almas.

Fue impresionante poder viajar entre sus fibras y contemplar ese amor tan hermoso, que fluía de ellos como los azahares fluyen en primavera en una noche cálida y resultó armonioso contemplar cómo de sus corazones brotaba un inmenso mar de aguas claras.

Mi mente desembarcó en su orilla y caminé de puntillas para no despertar sus almas. Entre olorosas flores y mariposas blancas estaban guardadas dos alianzas entrelazadas que los esperaban para sellar su amor

No sé cuanto duró ese viaje… pero cuando desperté estaba sentada en un banco de la iglesia, mis hijas me miraban... porque, aunque mi mirada era tranquila, por mi mejilla rodó una lágrima.

Volvía a verlos más enamorados y llenos de ilusión que aquella tarde cuando me inspiraron estas palabras.

Ella iba preciosa, con un vaporoso traje blanco, y colgando de sus manos, una cascada de flores.

Él, más elegante que nunca, aún con traje y corbata parecía un chiquillo, hasta las manos le temblaban.

Todos guardábamos silencio. La misa comenzaba.

Mientras el sacerdote hablaba, de sus ojos se escapaban miradas de complicidad y de su piel pude ver estallar besos y caricias cuando sus manos se juntaron para jurarse amor y fidelidad.

Una oleada de voces que en la calle los esperaba, rompía el silencio.

Mientras caían pétalos, como lluvia, que a todos nos mojaban, nuestros corazones galopaban sobre nuestras gargantas… y el viento nos traía el estallido de las campanas que, en su incesante repicar cantaban, que hoy se casaron

José y Susana