Abrazados los dos lloran
Sus lágrimas se unen en sus bocas
Sus ojos entreabiertos hablan, susurran
La primavera aún está en ellos
y en su vida hay dolor
En el laberinto de su vientre
aún la semilla no creció
La lluvia aún no hizo a su tierra fértil
Las mariposas revolotean,
esperan el elixir del amor
El llanto de una madre en silencio muere
La noche llegó
Su piel el calor siente
de una vida que en ella aún no duerme
Ven, mi vida, que mis manos acunarte quieren,
que el invierno llega
y se secan mis fuentes.
Ven pronto, mi niño,
que en mi jardín tu cuna tienes
Amar - 15.07.2004