María
María la amada del Líbano
La flor del desierto bella entre las bellas
Escogida para ser la más grande entre las pequeñas
Cuna del salvador de humildad llena.
 
Su piel curtida por el sol
Sus ojos del color de las arenas,
son para el segador manta que extiende en su era.
 
Dueña y señora de los granos que el le allega.
Es agua, es luz para los que a su puerta llegan .
Todo en sus piedras en silencio se muestra .
Lo guarda con amor para la última siega
 
La corona el Rey de los Reyes
de sol y estrellas
Puso la luna bajo sus pies
La hizo Iglesia
María la pequeña
 
Hija y Madre de Dios
Y Madre nuestra

Amar - 14.02.2004