Llegan al mundo tan deseados queridos como casi todos los bebes son fragiles e indefensos Nadie nota que son tan especiales pues lloran, rien, gritan, comen como casi todos los recien nacidos hasta pasado un tiempo. Y sus padres empiezan a ver que sus mentes se letargan que estan atadas y no saben a qué ni el por qué Que sus hijos viajan día a día por ellos mismos que salen y entran del mundo sin camino que no tienen estación ni de llegada ni de partida. Son niños tan trasparentes y opacos a la vez niños que no saben de egoismo ni vanidades de este mundo niños fragiles, niños de cristal. Prisioneros de una cárcel que no existe que los deja atados a lugares donde no saben si reir es reir o llorar es llorar. Sus padres ansiosos caminantes de sus mundos de esos caninos ocultos a los demás que jamás se cansarán de asomarlos mil veces a la salida. A la realidad esos luchadores de mil batallas ven como sus hijos quieren. Y gritan con sus manos, con sus cuerpos y quieren romper el cristal que les impide salir. Y que a sus padres a veces les cuesta tanto entrar al mundo que refleja rayos de luz color y vida en su mundo de cristal Amar - 17.09.2003 |