elmundosañud.com Martes, 07 de Septiembre de 2004
ONCOLOGÍA - CÁNCER COLORRECTAL
Colonoscopia tradicional y virtual, dos técnicas complementarias
Especialistas de la Universidad de Wisconsin (EEUU) han publicado en la revista 'Annals of Internal Medicine' una comparativa de la tradicional colonoscopia óptica frente a la moderna técnica virtual. El resultado ha demostrado que ninguna de las dos es infalible, por lo que deberían emplearse de forma complementaria.
Sus conclusiones han demostrado que la mayor parte de pólipos que escapan a la colonoscopia tradicional se encuentran 'escondidos' bajo los pliegues del colon o muy próximos al ano, lo que hace pensar, a su juicio, que debería emplearse la técnica virtual para examinar esos puntos negros que 'escapan' a la colonoscopia, incluso cuando ésta la realiza un especialista muy experimentado.
Para llegar a estas conclusiones, seleccionaron a 1.233 adultos asintomáticos a quienes se practicaron ambas pruebas en un mismo día. Si la prueba virtual identificaba un pólipo que no habían visto en la prueba óptica, los doctores examinaban de nuevo en profundidad esa sección del colon, especialmente en el caso de nódulos mayores de seis milímetros de diámetro, que son los más propensos a convertirse en cancerosos.
De los 55 adenomas que escaparon a la colonoscopia tradicional, 12% de ellos medía 10 ó más milímetros de diámetro y se encontraban generalmente detrás de un pliege del colon o cerca del ano.
Pero tampoco la colonoscopia virtual resultó completamente infalible. El 14% de los pólipos mayores de seis milímetros escaparon a esta otra técnica, que emplea rayos X para generar una imagen tridimensional del interior del colon en sólo diez minutos.
Estos porcentajes llevan a los especialistas a admitir que ninguna de las dos es perfecta, por lo que recomiendan su uso complementario en la detección precoz de pólipos colorrectales. Aunque la realidad no parece tan sencilla.
Los otros ángulos del problema
En un editorial que acompaña al trabajo, David Lieberman, de la Universidad de Oregon (Estados Unidos), plantea todas las cuestiones que estos resultados abren al debate.
"En primer lugar", señala, "¿se pueden generalizar estos resultados a otras muestras de pacientes?". Pero además, "¿a partir de qué tamaño debería remitirse a un paciente cuya colonoscopia virtual detecte un pólipo para que se haga además una colonoscopia tradicional?", en su opinión, si se generalizase esta doble detección la prueba tridimensional dejaría de ser rentable.
Además, añade, en el caso de optar por varias colonoscopias virtuales para hacer el seguimiento de un paciente con pólipos benignos, no se puede olvidar que esta prueba emplea radiaciones. Y aunque las dosis son mínimas, la repetición de las pruebas llevaría a una acumulación de niveles de radiación innecesaria.
Con estos datos sobre la mesa, Lieberman reconoce que la colonoscopia como "estándar de oro" para detectar el cáncer colorrectal ha perdido parte de su brillo, aunque sigue siendo una prueba preeminente en la que hay que seguir trabajando, espcialmente incidiendo en la especialización de los médicos.
En la mayoría de los casos los pólipos que aparecen en las paredes del colon son el antecedente inmediato de un cáncer, de ahí la importancia de detectarlos y extirparlos a tiempo antes de que se vuelvan cancerosos.
En este sentido, el papel de la colonoscopia resulta fundamental y son muchos los ensayos que se vienen practicando para determinar la precisión con que esta prueba es capaz de detectar estos pequeños nódulos.
Los especialistas son conscientes de que incluso en manos expertas la colonoscopia no es infalible, y hace tiempo que se busca en los procedimientos en tres dimensiones una alternativa más precisa. Aunque, a juzgar por esta investigación, tampoco la colonocopia virtual representa ese 'estándar' ideal.
