- NUTRICIÓN -
Una dieta baja en hidratos de carbono, segura y eficaz


MARÍA SÁNCHEZ-MONGE

EL MUNDO - SALUD
24 de mayo de 2003, número 527

En los últimos 30 años, la mayoría de los médicos ha recomendado preferentemente las dietas bajas en grasas y con restricción de calorías cuando se quiere perder peso. Los programas basados en la disminución de los hidratos de carbono (como el propuesto por el nutricionista Robert Atkins) han sido muy populares, pero muchos especialistas los han considerado poco saludables. Dos ensayos clínicos aleatorios y controlados publicados en el último número de 'The New England Journal of Medicine' podrían suponer la entrada de este tipo de regímenes en el mundo del tratamiento oficial de la obesidad.

Los autores llegan a la conclusión de que, en comparación con los sistemas de adelgazamiento basados en una restricción de las grasas, la reducción de alimentos como la pasta o el pan permite perder unos cuatro kilos más al cabo de seis meses. Además, mejora algunos indicadores de riesgo cardiovascular y de diabetes en las personas que padecen una gran obesidad. Un editorial que aparece en la misma revista advierte que estos resultados hay que tomarlos con cautela. En primer lugar, muchos de los participantes abandonaron la investigación antes de que finalizase el periodo de seguimiento. Por otra parte, tras un año de dieta las diferencias entre los dos grupos ya no eran estadísticamente significativas.

En cuanto a la aplicación en la práctica clínica, los científicos reconocen que aún es pronto para efectuar cambios relevantes en las directrices dietéticas. En su opinión, sigue estando fuera de toda duda la utilidad de los regímenes bajos en grasas, que han ayudado a reducir el riesgo de ataques cardiacos.


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