HAMBRE E INMUNOLOGIA
Recuperamos un artículo sobre la desnutrición
MUNDOSALUD.COM - Jueves, 03 de Septiembre de 1998
Enfermos de hambre. Se descubren las causas por las que la desnutrición debilita al sistema inmune
MICHAEL DAY - New Scientist / El Mundo
En los países en vías de desarrollo, millones de personas malnutridas son pasto de enfermedades infecciosas debido a sus bajísimos niveles de una hormona llamada leptina, según declaró esta semana un grupo de inmunólogos. Si están en lo cierto, este descubrimiento podría poner en cuestión la ayuda que se presta para salvar la vida de las poblaciones hambrientas.
Los expertos han acogido esta noticia con optimismo. «Hay 180 millones de niños malnutridos en el mundo. Esta cifra representa tres veces la población infantil de Estados Unidos», afirma Lawrence Haddad, del Instituto Internacional de Investigación para las Políticas Alimentarias. «Teniendo en cuenta esta situación, cualquier tratamiento capaz de fortalecer su sistema inmunológico tendría un efecto considerable» ,insiste este experto.
Desde hace décadas, los expertos saben que el hambre debilita el sistema inmunológico. La falta de vitaminas y minerales en la dieta alimenticia es una de las culpables. Pero hasta ahora no se sabía exactamente la forma en la que el hambre influía en las enfermedades infecciosas. Graham Lord y su equipo de investigación, de la Facultad de Medicina del Imperial College de Londres, han comprobado que los individuos por debajo de su peso normal, así como los ratones malnutridos, presentan bajos niveles de leptina. Con el fin de conocer mejor los efectos de un nivel anormalmente bajo de esta hormona, el equipo del Imperial College incubó células humanas CD4, las que rigen la respuesta inmunológica, con otras células que pueden provocar una respuesta inmunológica con multiplicación de las células CD4. Los expertos afirman que el aumento de leptina en varios grados de concentración tiene efectos muy sorprendentes.
El equipo de investigadores ha puesto a prueba este resultado realizando diversos experimentos con ratones. Dejaron de alimentar a 24 ratones durante 28 horas, con lo que descendió el nivel de leptina. La consecuencia fue que la respuesta inmunológica de los animales al oxazolono químico, que causa inflamación, sufrió una disminución del 69%. En cambio, si inyectaban leptina dos veces durante ese periodo de 28 horas, la respuesta inmunológica se incrementaba.
Graham Lord afirma que si se administra leptina a niños malnutridos, al mismo tiempo que se les vacuna, por ejemplo contra el sarampión, se conseguirá una mayor eficacia de su sistema inmunológico. «Es como si, al mantener la leptina en niveles altos, estuviéramos ordenando al cuerpo que su sistema inmunológico siga funcionando», afirma el doctor Lord. «Pero por debajo de determinados niveles, la leptina deja de actuar o desvía la energía de funciones que no son vitales, como el sistema inmunológico, para concentrarla en el cerebro o en el corazón».