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Miércoles, 1 de diciembre de 2004.
SUJETOS PREDISPUESTOS
EL CANNABIS FAVORECE LOS BROTES PSICóTICOS EN ADOLESCENTES

MARÍA VALERIO

El cannabis incrementa moderadamente el riesgo de padecer brotes psicóticos entre los adolescentes que consumen esta sustancia. Los efectos son especialmente notables entre aquellos que tienen una predisposición previa a este tipo de trastornos psicológicos y se agravan a medida que aumenta el consumo.

Así lo asegura un estudio llevado a cabo conjuntamente por científicos de la Universidad de Maastricht (Holanda) y el Instituto de Psiquiatría Max Planck de Munich (Alemania) que esta semana publica la revista 'British Medical Journal'.

Más de 2.400 jóvenes entre 14 y 24 años residentes en Munich, fueron entrevistados por un equipo de psicólogos dirigido por la doctora Cécile Henquet. Cuatrocientos de ellos respondieron que fumaban al menos cinco porros al mes.

Además de su estatus socieconómico se les preguntó por su consumo de alcohol o tabaco, otras drogas ilegales y se midió su predisposición natural a sufrir brotes psicóticos de acuerdo con una escala previamente establecida.

Después de cuatro años de seguimiento, los resultados demostraron que cualquier nivel de consumo incrementaba el riesgo, con más probabilidades entre los sujetos de mayor consumo. Entre los adolescentes con predisposición a experimentar estos trastornos, las probabilidades se multiplicaron por dos respecto a los no consumidores.

Los autores reconocen que no es la primera vez que se asocian ambos elementos, aunque los mecanismo causales que los relacionan siguen siendo asunto de debate. Una de las hipótesis es que algunos individuos empiecen a consumir cannabis debido a su predisposición psicótica más que por el hecho de que esta sustancia provoque expresiones de psicosis por sí misma.

Sin embargo, esta investigación se decanta más por la posibilidad de que ambos, cannabis y propensión, interactúen sinérgicamente incrementando los efectos que puedan tener por separado.

Citando estudios en animales, los autores recuerdan que la pubertad es una edad de especial vulnerabilidad con respecto a los efectos adversos de estas drogas. "Los daños causados por la exposición prolongada a los canabinoides pueden ser más profundos si ésta se produce durante la adolescencia y en individuos con una vulnerabilidad anterior", concluyen.

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