IV JORNADAS SOBRE LA E.I.I. - ACCU SEVILLA
Ane Beauchy. Sevilla 11 de diciembre de 2002
Las técnicas de detección siguen siendo la única esperanza en EII
El buen manejo de la enfermedad inflamatoria intestinal (EII) depende fundamentalmente del diagnóstico. Por ello, el desarrollo de nuevas estrategias tecnológicas, desde la mejora de la endoscopia convencional, hasta la enteroscopia y la cápsula endoscópica, resulta esperanzador para el buen control de estas patologías.
De izda. a dcha., Rafael de Felipe, presidente de la ACU en Sevilla, Juan Manuel Herrerías y Luisa Castro. Foto: Javier Hurtado "El uso de inmunosupresores en la enfermedad inflamatoria intestinal (EII) alcanza un éxito inmediato, pero son incapaces de mantener la remisión clínica de la enfermedad a largo plazo en muchos pacientes. Este hecho obliga a disponer de equipos especiales que ayuden en su detección precoz y localización exacta, y a la creación de unidades especializadas en los hospitales", ha explicado Luisa Castro Laria, de la Unidad de Enfermedad Inflamatoria Intestinal del Hospital Virgen Macarena, de Sevilla, encargada de organizar las IV Jornadas sobre la EII junto a la Asociación de enfermos de Crohn y Colitis Ulcerosa (ACCU) de Sevilla, que han contado con el aval de la Sociedad Andaluza de Patología Digestiva.
La complejidad etiopatogénica de la enfermedad inflamatoria intestinal, su diversidad clínica y el hecho de carecer aún de un tratamiento curativo, son las razones fundamentales del interés que sigue despertando esta patología, no sólo en la gastroenterología sino también en otras ramas de la medicina. Las tres entidades más representativas de la EII son la colitis ulcerosa (CU), la enfermedad de Crohn (EC) y la colitis indeterminada (CI).
La aparición de nuevos fármacos, producto de la ingeniería genética, como los anticuerpos anti TNF-a, representa un gran avance en el manejo de esta complicada enfermedad, ya que el 15 por ciento de los pacientes no responde a ninguno de los tratamientos existentes.
El manejo del paciente que padece una EII presenta algunos problemas durante su evolución, como "la localización y extensión de la enfermedad, la evaluación de la gravedad, complicaciones diversas, el diagnóstico de recidivas, pautas de tratamiento y valoración de la respuesta terapéutica".
Métodos de imagen
Pero las grandes esperanzas siguen estando en la estrategia diagnóstica y terapéutica, con la aparición de técnicas como la endoscopia convencional, la enteroscopia y la cápsula endoscópica. "Cuando otras técnicas de imagen no han podido mostrar la existencia de lesiones, la cápsula endoscópica sí está demostrando ser muy eficaz en el diagnóstico precoz de la enfermedad de Crohn de intestino delgado", ha comentado Castro.La colitis ulcerosa generalmente afecta sólo a la mucosa, mientras que la enfermedad de Crohn es transmural y puede afectar a todas las capas. Con la endoscopia se observan lesiones diferentes si se trata de una enfermedad u otra. Así, en la EC la mucosa presenta un aspecto característico "en empedrado", con edema, úlceras profundas e irregulares, alternándose zonas de mucosa sanas con otras de mucosa afectada, siendo característica la presencia de glanulomas al microscopio.
Por su parte, en la CU las lesiones no son tan profundas y suele observarse una mucosa muy hiperémica, edematosa y friable, con úlceras superficiales. "En muchas ocasiones las lesiones no son tan llamativas y es muy difícil diferenciar un proceso de otro o incluso hacer el diagnóstico de la EII", ha finalizado Luisa Castro.
Nuevas opciones
La cápsula endoscópica presenta nuevas posibilidades diagnósticas tras la incorporación de un programa informático que permite detectar exactamente la localización de las lesiones y determinar también si hay sangrado, según ha detallado Juan Manuel Herrerías, jefe del Servicio de Aparato Digestivo del Hospital Virgen Macarena.Para demostrar la eficacia de esta técnica en la enfermedad de Crohn (EC), Herrerías se refirió a un estudio elaborado por su unidad en el que se analizaron con métodos tradicionales a 21 pacientes que padecían dolores abdominales, diarreas, psoriasis o alteraciones analíticas. Los resultados fueron todos negativos para la EC, pero posteriormente fueron investigados con la cápsula endoscópica y se demostró que el 48 por ciento de ellos padecían esta enfermedad. Igualmente, Herrerías ha denunciado ante los especialistas y pacientes presentes que en los hospitales andaluces "no existen ecógrafos endoanales, esenciales para detectar no sólo lesiones, sino también defectos esfinterianos o sepsis anales".
DIARIO MEDICO - 11 de Diciembre de 2002