En el decline
En el decline de la vida cuando todo parece
perder su color cuando todo se vuelve un esperar son los
segundos, los minutos el hilo que nos retiene
Miras a tu alrededor y piensas ¿Qué
es lo más valioso que he dado en toda mi vida? ¿Qué
recaudé en mí de los demás? ¿Qué
di a esos que me pedían? Abres tu cofre y no hay nada
Cuando ese respirar cuesta tanto, cada día,
al levantarte, piensas ¿Qué día será
el que las nubes me arrastrarán a las fronteras del más
allá?
Miras al cielo y ves que las estrellas alumbran
un camino que tú no sabes coger
Dejas tus ventanas abiertas cada noche y el
viento mueve las cortinas de tu alma, puede que sea el último
alba que vean tus ojos cansados
Las colinas del cielo se abren, un trotar se
acerca, y tú, en un silencio súbito, te haces y
te preguntas quiénes son
Te estremeces quieres correr de tu
destino esconderte en lo más hondo de ti
Tus ojos van y vienen buscando en las tinieblas lo
que tu cuerpo siente y tus manos temblorosas no alcanzan a tocar
el miedo que se desliza en tu casa
Los latidos de tu corazón que era un corcel
van languideciéndose en la espera, tu alma, que es tu
centinela le dice a tu mente que esté alerta
Amiga, compañera, no temas son ellos los
jinetes de la vida que apagan tu vela
Dejarán tus huesos en esa cama que te ata
que tantas lágrimas te crean, en el lecho de tu vida
ya no estará tu presencia Dame la mano y confía que
el alba llega.
En
este trozo de mi playa
En este trozo de mi playa se extienden tus
brazos cual sábanas blancas
Tu corazón ama a los mares que te rozan
cada mañana Tus cabellos son redes para mis manos
cansadas
Tu cuerpo vela de esperanzas que alzas
Cada
alba se escucha a tu alma en las fibras de una guitarra
Y esos pies de arena, que descalzo arrastras
mojados están de lágrimas de esa niña
que dentro de ti canta tanguillos a las estrellas soleares a
la luna clara
Las nubes tapan tu cuerpo que silencioso
arrastras por la playa, mientras esos vientos enamorados que
por ti se deslizan tu nombre ¡Caleta! exclaman.
EN LAS JAMBAS
En las jambas del cielo cada noche aparece
entre velos. Su alma, pura y blanca se extiende acariciando mi
cuerpo
Mi voz que hasta ella se alza le susurra y le
habla: Dama de la noche ¡mójate en mí! navega
en mis cálidas corrientes
Déjame acariciar tu cara estrechar tu
cuerpo con estas manos saladas
Que cuando el día llegue y la noche se
vaya quede tu olor en mi orilla clara
En la jambas del cielo la luna cada noche
aparece entre velos llorando sin consuelo
Venga, mi niña, no llores que el día
llega y nos separa con un triste beso. ¡Hasta mañana!
Enfadado se
despierta
Enfadado se despierta su rostro lívido
se encrespa despereza su cuerpo enrollando los azules dorados
que el sol pintó a su salida.
El viento hace en su
cuerpo volantes que como dagas se clavan en la arena de la
playa
Sus ojos, ni azules ni verdes, taciturno anda
esperando que ella se haga de plata y en sus aguas se
meta como todas la noches de luna clara.
ENJAULADA
El sol se escondía tras los umbrales de
mis murallas la luna nunca crecía las nubes no
pasaban...
Mi vida en una jaula de plata dormía y
callaba el viento de las circunstancias derribó mis
murallas y me mostró mi alma sentada en los acantilados
de mi existencia atrapada
Y pasó por mis ojos cual ráfaga mi
vida vacía sin hacer cosas que me gustaban...
En un instante se alborotaron mis sentidos mi
mente loca me gritaba ¿qué hice para que cortaran
mis alas y no volar lejos de esta nostalgia que me devora y
mata?
Mi corazón rompió en lágrimas
y mis manos se mojaron de la nada la luna que me miraba me
dijo: Amar es ahora tu nombre ve y conquista tierras
lejanas... dile al mundo que detrás de esas cortinas
rajadas aún hay vida y esperanza
Y corrí, salté de rama en rama el
viento me alzó cual paloma blanca hasta la copa del
árbol, donde me refugió en la distancia Sus hojas
son perennes, sus ramas, las más altas Él me
nutre de ilusiones de carencias que me faltaban
Mis frutos
no son manzanas ni peras, ni naranjas son letras, sílabas
y palabras que forman este cuerpo, que le crecieron raíces
y buena savia, que a veces débil se arrastra tras
colinas de canas blancas implorando que la escuchen, que la
salven de tanta confusión aletargadas
Era
julio
Era julio, el cielo lucía dorado,
esplendoroso y las nubes habían emigrado El resplandor
del sol cubría el mundo que se volvía para
mí solitario frío y desahuciado
Los rayos
iluminaban la habitación donde te apagabas a la vida,
donde tus ojos poco a poco se dormían.
Era julio y
el sol lucía resplandeciente, de tu frente emanaban gotas
sin vida mis manos, pañuelo de esa agonía secaban
el hilo que nos unía.
Tus suspiros atrapé en mi
corazón y mi alma lloró mientras tu vida se
alejaba y la libertad tu cuerpo encontraba en el cristal de
ese resplandor
Mi vida se quebró era julio y el sol
lucía Tu alma, ya en tu eternidad dormía y en
los rayos del sol guardé el amor por ti, Padre hasta
abrazarte en la otra vida
Espejismo
Me pregunto si en cada estrella hay un alma, si
será verdad que las nubes están hechas de besos si
el horizonte se ilumina de deseos o en los rayos del sol hay un
corazón lleno o tan solo será lo que veo un
espejismo de lo que no tengo.
ESTOY ENAMORADO
Estoy enamorado de tu sonrisa, de tus manos que
pacientes me acarician en los días de angustias.
Estoy enamorado de tus ojos que como estrellas me
iluminan en las noches convertidas en vigilias.
Y de tu cuerpo estoy enamorado, él es
la fuente de mi vida, de él bebí en mi juventud y en mi
vejez me refresco cada día.
Estoy enamorado de tu voz que susurra mi
nombre como cuando eras casi niña… y te encontré
sentada en la puerta de mi vida sin saber qué hacer con tus
flores llenas de vida.
Sus olores fueron mi esencia, sus colores, las
sombras que al amor se abrían al deseo que de mi
surgía. Estoy enamorado de ti y lo estaré siempre
mientras viva
FLORES EN MI PECHO
Me pregunto por qué estas flores que hay
en mi pecho ardientes de amor hoy lloran, me pregunto por qué
no afloran
¿Acaso están encerradas entre las
olas del mar de mi amor? Quizás se ahogarán, se
secarán pero aún en las cenizas del ayer, del
mañana en el infinito donde las almas se esperan sé
que te amaré.
Sus pétalos de colores se secarán
antes del amanecer me pregunto, amor, si será verdad
que en cada estrella hay un alma si en cada nube hay un beso si
en cada rayo de sol hay un corazón lleno
Tus flores se abren y se deshacen en suspiros
antes de inundarme con su aroma
Cántame ¡oh viento del amor! en la
ventana de mi primavera, dile al cielo que mande hojas nuevas para
estas flores que se secan
Quiero ser la rosa de tu jardín, tu verano
carmesí, tus inviernos llenarlos de alhelí y ser
tu vida, que es como un jardín que se extiende más allá
de mi existir en este mar lleno de amor, que aún naciente,
muere entre olas de lirios que la tierra engendró para
mí Sé que mi alma te esperará en los límites
de mí
Harén
Entre los lumbrales de mi harén pude
ver que detrás de estos muros un mundo había y
lo quise conocer
Con los ojos de mi mente soñé que
el cielo cubría el color moreno de mi piel y en el pañuelo
que la luna me ofrecía guardé los sentimientos que
corrían por mi ser
Qué de cosas pude con mi mente hacer
Volé
en una estrella a sitios donde podía crecer, sin límites,
ni rigidez
Hoy, después de vencer estos muros y
conquistada mi timidez lloro y grito al cielo por mantener mi fe
sin perder la libertad que en otra tierra hallé
Con estas letras, parte de mi niñez, quiero
defender el coraje, la lucha y el llanto de nacer mujer entre
los muros de un harén
Echo
Echo de menos tus corrientes de agua anhelo el
susurro que en ellas traías tu voz surcaba los vientos de
tus manos nacían flores para mi orilla sombría
Echo
de menos la vida que en tus corridas traías sentir en
mi interior las caricias que como afluentes crecían
Sentarme
en la orilla, mojar mi piel del amor que tus aguas
esparcían
Echo de menos tus corrientes de agua que
mojaron un día la orilla mi vida
Hoy amanecieron oscuros
Hoy amanecieron oscuros mis rincones sólo
la pobre luz de una lámpara, en un rincón de mi alma
me decía que la vida aún por mi andaba
Iluminaba
la habitación de este cuerpo que silencioso caminaba por
la sombras de mi casa por los senderos que de piedras se
cerraban
Qué tenebrosas son las entradas a los pasillos
donde la mente tiene su morada donde el contacto con los
demás se acaba cuando la entrada hace años que
nadie la destapa
La soledad se adueña y se desliza
callada Se vuelve cenizas Y en los espinos de su entrada
enganchadas en ellas quedarán mis alas
Mi Mar
Mi mar es como una bata de cola abierta al
sol abanico de colores son sus aguas y en sus volantes, las
golondrinas se bañan de amor
Mi mar se hace ventana del cielo donde la luna
en las noches consuela sus deseos donde los astros guardan su
corazón
Mi mar es como un campo en primavera donde los
girasoles pintan su color y la lluvia lo serena
La
rosa que hay en mí
La rosa que hay en mí, latente de amor
agoniza, llora, se deshoja cada noche al no sentir tus caricias
Me da miedo que sus pétalos caigan de
mi pecho sin saber qué es el roce de unas manos llenas de
amor, de ternura
La rosa de mi primavera que prendió en
sus espinas mis ansias de llenarme de ti se secó cuando
el viento se llevó tu voz
Las campanas
Las campanas repican que hay muerte cercana El
viento arrastra mi sangre que salpica la tierra donde mi niñez
habitaba
Ante esta lluvia, teñida de ira me
pregunto si me quiso algún día Si no fue así,
¿por qué me dio la vida?
De sus labios ya no salen besos para mí ni
de sus manos nacen caricias de mármol es su mirada porque
se volvió amarga su sonrisa
Escuchad las campanas que a muerte repican
Ve
y cállalas madre que ya se acerca el día
Las palabras
Las palabras son páginas que golpean la
mente
que cabalgan a todas horas por ti A veces,
sembradas en la madurez donde ya no existe la rapidez.
En un mar silencioso y transparente se hace
orilla taciturna y duermen sus lienzos caen y se llenan de
vida, y en el mar de una pluma navegan surcando aguas de
verbos y de sinónimos.
Las palabras son sonidos que
se unen en las cuerdas de la mente componiendo líneas de
vocales y consonantes con signos de puntos y comas para
hacerlas según plazca más interesantes.
Entre láminas blancas hacen su estela
brillante y en ella dejan su huella para la humanidad En las
hojas de papel los adjetivos no pasan el tiempo los sella
guardando su belleza, su fealdad.
Colores o formas, también
en las láminas de papel se guardan las expresiones de
dolor, risa y amor esos sentimientos que las palabras marcaron un
día que es pasado y algunos dicen que son mudas y no
existen.
Pero en cada línea está la vida y la
historia de alguien. A veces se levantan como velas sus
hiatos agravando su tono para que las vean pero entre láminas
se quedan encerrados, callados hasta que alguien de nuevo los
pronuncie.
Las palabras son difíciles de entender aún
con el mismo significado al leerlas su sonido se agudiza
diferente en los oídos a cada persona le fascinan de una
forma diferente sus atributos las vocales y consonantes son el
ejército del papel y con la espada que es la
ortografía combaten el analfabetismo
Muestran su
vivacidad y creatividad al saber unirlas, tú las haces
participes de ti Con los complementos de lugar podemos viajar con
ellas Con los complementos de tiempo podemos marcar una era y
cuando sabes leerlas el lenguaje se hace más exquisito en ti y
puedes crear con ellas cosas bellas
Llegaste
Sabes creí que tu llegada se retrasaría
que aún no era tu tiempo Es tan joven tu madre, mi
hija, uno de los amores de mi vida
Pero el cielo y la tierra se fundieron y tú
te escapaste de una estrella.
Recorriste un largo camino para
escoger la flor más bella para dormir Sólo unas
semanas que tú existes y has revolucionado mi casa nos
has hecho llorar, reír.
No tienes nombre ni rostro pero lates, te
aferras a su vientre te escondes en su útero y te
abrigas con su piel.
Sin querer ya eres parte de mi tierra nuestros
genes van unidos y pasarán de generación en
generaciones germinando otras vidas de color.
Cuando me enteré de que llegabas mi
alma se cuajó como el agua cuando hace frío Sentí
que un hielo cortaba mi respiración y mi corazón de
madre era atravesado dejándome inmóvil delante de
mis pensamientos.
Nuestras miradas se cruzaron y nuestros
ojos se dijeron: te quiero Y de nuevo sentí como si
ella, tu madre, estuviera otra vez dentro de mí.
No sabía si sería buena o mala tu
venida pero una parte de mí me decía que un lazo
fuerte se tejía entre las dos.
El quererte era algo imposible en ese momento
egoístamente sólo pensaba en mi hija no quería
que la hicieras sufrir.
Tú invadías mi flor más
preciada te apoderabas de mi gran tesoro rajabas su cielo
adolescente usabas su tierra fértil y a la vez tan
joven para florecer.
Ya estás aquí, invisiblemente, aún
no sé si serás hombre o mujer sólo sé
que estás en ella, que tu corazón late ya, que
te alimentas de su sangre, que es parte de la mía.
Y una parte de ti también está en
mí, porque ella es mi hija Sé que la has
invadido en plena primavera, tu aroma hace florecer su fecundidad
sus pechos se hacen fuente para ti.
Veo en cada movimiento, en cada gesto que
rebosa felicidad. Su mirada se aleja de este mundo y sé
que es para hablar a solas contigo, para decirte que debajo de
esos días de lágrimas ella siempre te ha querido,
que tan solo era miedo…
¿Sabes? Tú la has llenado de ti
como ella llenó mi vida a mí.
Ahora sé
que con el tiempo te querré
Lo veo
Lo veo tan enormemente sensible tan caballero,
tan dulce y a la vez tan luchador que le amo por todo eso
Amo su inmensidad, su voz ronca que llega y
toca mi corazón que me inquieta, me despierta en la noche
y me dice: ven que te espero
Amo sus olas que llega a mi solitaria orilla
silbando mí nombre, besando mis pies que lo esperan
cada día
Sus manos cálidas son las aguas que
refrescan mis ansias
Me gusta el verdor de sus ojos a la salida del sol
más aun me gustan en la oscuridad de la noche, brillan
sobre los míos y me dicen, te amo
En sus turbulentas aguas me sumerjo entre sus
corrientes me refugio en ellas me siento tan feliz que me dejo
llevar, son tan suaves que me hacen sentir mujer
Quiero pertenecerle eternamente lo amo por la
fuerza de sus brazos cuando me abraza por su cuerpo ágil
cuando me rodea su aroma me seduce, es mi perfume
Amo a mi mar porque se lleva mi soledad porque
seca mis lágrimas y las hace de sal porque se lleva mis
huellas a los arrecifes del olvido porque me hace sentir libre
En
su orilla nace el filo de mi piel amo a mi mar, porque soy parte
de él
MI CASA
No sé cuanto tiempo llevaba mi casa
sombría y con las luces apagadas en su entrada, macetas
secas y deshojadas sellan la belleza que dentro de ella se
derrama.
¿Quien cerró mis ventanas a la
luz? ¿Por qué las sábanas de mi alma están
de la vida empapadas ¿Acaso mis manos no son cálidas?
¿Por qué la humedad toca mis huesos y como
crisálida me aletarga?
Hace tanto que no ven mis ojos la luna clara
entrar por los barrotes de mi casa ni nacer el sol una mañana
que noto salir lágrimas que marcan la senda de un río
de aguas que callan
Escucho gritar a mi garganta mi voz ronca se
ahoga en ella y mis labios temblorosos al cielo claman: ¡Que
un rayo de sol hoy raje al alba! que cese esta oscuridad que
poco a poco me consume y mata No quiero ser cenizas, rescoldo de
candelas apagadas o tan sólo en invierno escarcha
¿Qué podría
hacer ya?
Mis primaveras se
acababan la noche sombría se colaba por las rendijas de
mis ventanas
Creí que no valía nada seguir
luchando por lo que sentía, amaba y deseaba la madurez
llegó a mí sin esperarla
Escuché que llamaban, que golpeaban por
última vez a la puerta de esta humilde casa
Era la luz del sol que alumbraba los rincones de
mi mente que creía aletargada y derrumbada y su luz me
dio un jardín de amapolas blancas
Sus pétalos que caen y hablan son
letras, sílabas y palabras que vuelan cual golondrinas
colgándose de los balcones de mi casa, de esta mente
que anidaba ansias de saber en una mujer cansada haciéndola
alegre y llena de esperanzas
Hoy mi casa se llena de luz y en su puerta ya
no hay macetas deshojadas hay un jazmín que me embriaga
de ideas que vuelan en mi mente como mariposas blancas
Mi Mar
Mi mar es como una bata de
cola abierta al sol abanico de colores son sus aguas y en sus
volantes las golondrinas se bañan de amor
Mi mar se hace ventana del
cielo donde la luna en las noches consuela sus deseos donde
los astros guardan su corazón
Mi mar es como un campo en
primavera donde los girasoles pintan su color y la lluvia lo
serena
Mientras
el viento silbe
Mientras el viento silbe en
el mes de abril y la luna no deje de salir y las nubes vaguen
por el cielo de otoño gris te podré abrazar y
sentir
Mientas las estrellas
brillen como faros en las noches y a los viajeros dé
su luz marfil te podré amar más que tú
me amas a mí
Mientras la tierra dé
flores y yo las pueda cortar para hacer tu lecho y dormir te
podré besar como nunca tú me has besado a mí
Mientras el mar dé
olas y en la arena quede su suavidad su olor de jazmín
sé que de mí no te irás porque soy parte
de ti
Pensé...
Pensé si se podría querer a una
estrella si al cielo podría llegar sin subir rozarla
con los dedos y cubrirla de mí
Pensé si al sol se le podría
abrazar robarle un rayo para ti acariciar sus cabellos ya
pintados de gris
Pensé si en el mar se podría
caminar si en él se podría plantar un jazmín
o un tulipán cuando llegara abril
Pensé que ya era hora de querer que el
amor tenía que acordarse de mí y mira de una
estrella me vine a enamorar sin pensar que el cielo está
lejos y cuesta llegar.
La primavera en los
inviernos
Ella salió una noche para mí envuelta
en una nube es dulce, melosa como la miel esbelta como un
alhelí en un jardín
Sus ojos son brillantes como rubíes sin
pulir
La amo, sé que es parte de mi firmamento
no quiero perderla ni siquiera compartirla pues es la
primavera en los inviernos que llegarán pronto a mí.
Mírame cielo
Mírame cielo, soy yo la tierra, escucha
mi dolor que secándome está.
Escucha los gritos de mi corazón Mírame
mis manos vacías ¿Fuiste tú un anochecer
quien me quitó el amor? ¿Dónde lo
guardaste?¿En qué rincón de tu inmensidad
que no sé llegar? Por favor, déjame sentirle,
déjame ser feliz aunque sea hasta la puesta de
sol.
Mira, cielo, soy yo, la tierra la guardiana de tus
velos que a tus pies agoniza, que llora, que se parte de dolor
por sensaciones que en las estaciones la lluvia de ti a su
paso arrasó a mares sin orillas a caminos donde no
llega tu sol ¿No ves a tu tierra que sus flores perdió?
Sus ríos cambiaron sus cauces, no hay en sus riberas
pasión.
Cielo, no permitas que yo, tu tierra, muera
sin saber qué es el amor
Mis manos ciegas
Mis manos ciegas de amor te buscan en la luz
del atardecer que hace palidecer tu rostro el rojizo cielo En
el crepúsculo otoñal de mi vida mi ser busca tu ser
tras las nubes, mis caricias se pierden tras el sol naciente,
más te amo Mis manos ciegas de amor te aguardan en el
anochecer junto a mi soledad Tras la luz tenue de la vida
ahí estoy yo, esperando que ilumines mis inviernos
grises
Muerte
En la noche se vuelve callada su voz se
esconde tras la rejas tras las oscuras ventanas, las
gargantas se secan, el aire las araña
Ella, con capa negra pasea por los callejones
A la sombra de las lámparas llama a las puertas y
atrapa a las almas
Todos sumisos se quedan nadie lucha contra
ella
algunos se preguntan ;¿Quién es esa
que de las tinieblas llega
y algunos se preguntan:
y su presencia nos quita la calma?
Nunca lleva flores ni luces de velas sólo
sus cadenas que atan que a su paso lágrimas crea y de
luto llena las casas
Mi mente, que escucha su llegada a la
puerta de mi casa le dice con tristeza: Muerte, ¿qué
quieres de mí si ahora mi vida comenzaba?
Nacen
del cielo
¿Por qué las rosas nacen del cielo?
¿Por qué el viento guarda silencio y las
estrellas cerraron sus espejos?
¿Por qué la luna esconde su cara?
¿Por qué los luceros no tienen consuelo y el
sol no luce su traje nuevo?
¿Por qué la tierra clama brotes
nuevos? ¿Por qué los árboles duermen, si no
es invierno y las hojas cayeron?
Será porque ya, no
te quiero
No es tan difícil
No es tan difícil matar sin manos destrozar
una vida sin empuñar un arma sin manchar de rojo
agonía
Manos que lucen blanquecinas
Matar con las manos del alma mientras el
corazón te grita ¡No empuñes la espada!
Matar es tan fácil cuando es de otro la
vida cuando unos ojos no te miran cuando un aliento en voz
baja no escuchas decir: ¿Quién eres tú
para arrancar mi vida?
No sé cómo
No sé cómo pude dormir entre las
hojas doradas del camino de mi vida sin ver esos rayos de sol
sin notar su calor
No sé cómo pude dejar mi
cuerpo sin emociones cual flor deshojada morir
Dejar pasar los días sin querer sentir, el
viento despojó a mi mente y sus ropajes, aún de
juventud quedaron en las ramas de los árboles de mi
caminar
Las estaciones me cubrieron de soledades y la
luz de mi estrella se perdió entre los ramos de nubes
El viento del invierno movió mi lecho de
hojas doradas y el olor a las nieves de esta vida que pasa me
han hecho despertar de mi letargo
Y veo que entre mi pecho los rayos viejos del
sol han construido un nuevo camino donde mi vivir es algo
más que un sobrevivir
No sé
No sé si es tarde ya para buscarle No sé
si se fue él o yo le eché
Desapareció y todo languideció
Mis noches sin él son frías
Mis días, de soledades se colman
Quizás no esté segura, no lo sé ya
ni se acordará de mí
O puede que siga en mí ser
No sé si es tarde ya Si él
querría volver a llenar mi vacío
A veces escucho su murmullo entra de puntillas
en mí pero sólo es un instante
Se marcha y no se qué hacer no sé
como retenerle no sé donde puedo ir a buscarle
Lloro por él pero él no me
escucha y se desvanece en las sombras
Le echo de menos en mi vida pero quizás
sea mejor así dejar dormir el amor en mí
Noche
Sedosa cae sobre nosotros, sus cabellos
crepusculares nos cubren, suaves melenas nos rozan en los
atardeceres, con pupilas centelleantes nos llama enredándonos
en las sombras cada dormir del sol.
Ella, armoniosa y
paciente nos invita a deslizarnos sobre nuestras sábanas Nuestro
cuerpo se abandona en sus filos, fuego y pasión se
desatan.
Suave y bella se pasea por nuestras vidas.
Noctámbula, invisible, espera nuestro
rendir al sol para recoger nuestros momentos perdidos y
transformarlos sobre su alfombra en sueños que aún,
después de cerrar nuestros párpados a la luz quedan
prendidos en nuestras mentes como luciérnagas sobre un
cielo que se despide rojizo al día.
Suave y sedosa
llega ella para esparcir sus cabellos mientras dormimos en
este mundo que se rinde a tan silenciosa belleza
Para
vivir
Para vivir hay que tener un cielo blanco de
marfil luna menguante vestida de gris y las nubes de cachemir
Y en la tierra tener un gran jardín vestido
de la flor de lis que huela a jazmín
Y un mar en el fondo de ti con olas de
licor y arenas de sabor anís
Para saber vivir usa el corazón que
late en ti
Partido
en dos
Mi corazón está partido en dos una
parte, esparce su sangre por los rincones de mí la hace
fluir por mis arterias su calor me hace ver que estoy viva se
duerme y despierta me da su oxígeno late deprisa si
algún órgano de mí se altera me avisa de que
la tristeza se acerca.
La otra parte de mi corazón está
entre las colinas de mi existencia me hace soñar, pensar
que la juventud nunca se marcha, que es eterna Es como una flor
abierta como una rosa de cinco estrellas sedosa y tierna
delicada para las manos de quien la estrecha
Él me
hace amar, desear ser volcán, calentar las cenizas de
otras hogueras
Paz en mí
Hoy me ahogo dentro de mí, me duele el
pecho y las lágrimas no quieren salir a caminar sobre mi
tez. Mi vaso de sentimientos rebosa, se vacía la noche
se posa como una mota y en mis ojos no hay aún lágrimas.
Se esparce en la mesa de mi corazón la pena, la
impotencia. Llega el alba y aun no sé cómo
recoger lo que queda que se desliza por mi cuerpo que
mortifica mi mente que martillea mis sentidos hasta desear
desaparecer. Quiero rajar mis vestidos y mostrar al cielo que
le fui fiel que quise mantener mi fe entera que sobreviviera a
este mundo que nos rodea que nos humilla cruelmente, pero se
hace gigante y no puedo luchar con él . Mis manos son
pequeñas y no lo abarca, esta noche me persiguen las
sombras y tiemblo de miedo. No sé qué hacer soy
cobarde y no sé dónde esconderme ¿Por
qué es tan difícil estar en él cuando sólo
es un paso a la felicidad ? Quiero lágrimas en mi
rostro, que se hinchen mis párpados, que la luz no
llegue a esta alma atravesada ¿ Por qué mi dolor no
se lo lleva el viento a sus pañuelos dorados para
sentir paz en mí?
Pedí tiempo
Pedí a Dios un instante de su tiempo un
trozo de la suavidad de su aurora y te trajo hasta mí
La melodía de tus violines abrió el
arca de mi vida Y encontraste en mis ruinas que entre pétalos
se escondía la llave del jardín de mis alegrías
Pedí a Dios un instante de su tiempo Y
te trajo hasta mí
Pétalos
caen del cielo
Pétalos caen del cielo, las estrellas
han hecho una fiesta, los luceros cantan, la luna pone sus
telas.
Las campanillas suenan, las nieves se
condensan, la lluvia se hace de pluma, las arpas suenan.
Llora un niño, el viento lo consuela,
lo abriga una mula, lo calienta una hoguera,
Nació en un pesebre lleno de ovejas, le
regalaron oro, incienso y mirra en cofres de madera.
Canta la luna, bailan las estrellas, el sol no
se acuesta, en la tierra esa noche, todos lo esperan.
Le
llamaron Mesías en el Cielo Jesús en la tierra.
Qué de gotas de
rocío
Qué de gotas de rocío
se me acumularon en este espacio de mi
soledad. Qué de gotas brotadas como hojas de un árbol
como hojas caídas de una flor al suelo de la
vida, mojando la tierra de mi alma, abrazándola con sus
afluentes ajenos para que no se secara. Han resbalado por mí
y han grabado el dolor de la ausencia de un amor, de una
pasión sin vivir. Esas gotas de rocío las hice
prisioneras, las amarré con el lazo del existir en esta
primavera donde vivo eternamente
Qué haría
yo
¿Qué haría yo sin mis alas de
golondrina? Morir de amor en una esquina de desilusión
herida …
¿Qué haría yo sin mi luna?
Esperar que el día se haga flor, que el amor en ella
se pose y la inunde de pasión
¿Qué haría yo en esta vida si
no puedo encontrarte a ti? Morir , soñar , yacer o mis
sentimientos destruir
¿Me convertiría en pétalos y
moriría en un jardín o me quedaría en una
tierra donde no sería feliz?
¿Que haría yo sin mis alas en las
noches de abril?
Ya no sería una golondrina con ganas
de vivir En los violines del amor quedarían los besos
que no di.
Qué
tenebrosa
Qué tenebrosa vemos a la muerte con sus
manos frías cuando es ella la que nos conduce a la
vida
Qué tenebrosas sus alas oscuras. ellas
nos encaminan a la luz, a la eternidad de los días
Qué tenebrosa vemos a la muerte cuando
se acerca sosegada …
y nos marca la despedida
Quiero a tus vientos
Quiero a tus vientos quiero su aroma su
fuerza en mis noches en mis auroras
Quiero tu tierra de tus árboles, sus
sombras de tus ríos, las aguas que en mis ojos se
desbordan
Quiero creer que me quieres, que me amas,
que me das lo que tienes, que no son tus sobras
Quiero de tu cielo la luz del alba, la
blancura de la luna, las estrellas que saltan en su sombras
Quiero que dores mi piel cuando la juventud se
evapora
Y de tus labios quiero besos como amapolas
caricias de sol y en mis oídos murmullos de
caracolas
Sábanas
Me senté en el borde de mi cama Alguien
golpeaba con sus manos mi ventana, al abrirla me encontré
con la luna, su luz iluminaba mi alma.
¿Que quieres
luna? le dije con voz adormilada. No estés celosa, es
tarde, ve y descansa. ¿No ves que las flores del
amor aún están sobre mi almohada?
Mi lecho ardía de la noche que acababa Con
las manos cubrí mi rostro que lloraba.
El sol ya
lucía y el día comenzaba, entre sus rayos, mis
sueños se alejaban sus caricias, ya no estaban.
Y al sol que calentaba mis ventanas ¿Que
quieres? dije entre lágrimas claras ¿No ves que el
amor me dejó descalza? Quiero que la noche llegue y en
sus sombras, la luna me traiga sábanas de amores
coloreadas
¿Sabéis
amigos?
¿Por qué las campanas hoy no dejan
de tocar? ¿Por qué el río cantó a la
madrugada y nieva donde el sol no deja de brillar?
¿Sabéis amigos que ha sucedido
verdad que entre las flores de azahar en Andalucía se
han vueltos a juntar gente de diferente ciudad?
Esta vez no
fue Córdoba fue Sevilla capital la que abrió sus
puertas y nos hizo reposar junto a los pies de su iluminada
catedral
En una gran mesas con olor a navidad entre las
burbujas del champán brindamos por la lealtad
Para que nuestros corazones fueran lámparas
para a otros iluminar Y en este duro caminar nadie sea mejor
ni peor, todos seamos igual Crónhicos con ganas de
volar de compartir vivencias y no dejar de soñar, de
ayudar a los que por primera vez conocen este mal y a los
veteranos que a veces hartos están. Ya veis amigos, qué
genial fue recibir el día 11 por anticipado en Sevilla,
la Navidad
SEVIILLA DICIEMBRE 2004
Se me evapora el tiempo
Se me evapora el tiempo como gota de rocío la
vida por mis manos se desliza suave, sin hacer ruido.
Por mi piel ella hace un camino que me va
cambiando
que me aleja sin yo querer de ti
hasta hacerme diferente, un extraño
en mi cuerpo
Pero mis ojos siguen siendo esos que tú
conoces, llenos de sensaciones Aún se refugian en los
tuyos y silenciosos te siguen, destellantes agonizan pero
aún se asoman al duro hoy.
Mi mirada aún con ganas de vivir se va
silenciando y durmiendo y no puedo hacer nada, sólo
quiero un poco de tiempo y un poco de ti.
Un grito sale de mí al verte ¡Ayudadme
que me aterra el no despertar mañana! El sol se apaga
en mis ojos y la luna ya no está clara
¡Arrancadme este hierro que atraviesa mi
calma!
Sé que se evapora deprisa el sudor de
mis sábanas. Mi vida a tiras se arrastra por las
sombras del espejo de mi alma. En mis manos ya no queda nada,
Vacías, acarician mi carne en llamas, Mi corazón
que aún siente que ama se despide mi cuerpo antes de
marchitarse en el balcón de esta juventud. Mientras espero
en mi ventana que el rocío marque el camino a esta vida
que se me apaga
Se
me ilumina
Se me ilumina la cara, me palpita el corazón y
una risa brota de mis labios cuando pienso en ti, cuando te
veo. Mi alma se vuelve brisa y sale a tu encuentro en estas
líneas que nos separan y nos unen a la vez
Ahora estamos sentados yo en mi campo y tú
en tu mar. Y lees el perfume que salta de mí
La noche nos trae los susurros de nuestras voces,
de los quejidos de nuestra pasión sin salir de
nuestros cuerpos que agonizan y mueren a solas.
No te puedo ver, ni rozar, pero sé que
existes que una parte de ti será siempre mía Hay
algo que salta de esa línea y te trae hasta aquí: son
las alas de mi mente llenas de confusión y amor a la vez
Y te veo en las líneas que el tiempo marca
en la palma de mi mano, esas que dicen el camino que el
destino me dará algún día. Quizás fui
ingenua porque ¿sabes? el amor es traicionero
Te veo sentado esperándome, tus manos
tiemblan y me veo a mí correr por las orillas de ti. Al
abrazarte, sentirme te da miedo y me rechazas y sé que tus
ojos reflejan tristeza aunque no los vea.
No me dejas entrar en esa parte de ti que hace
más oscura tu vida que se cree engañada
Cada vez que te pido un beso o te muestro mi
cariño echas sobre mí las cortinas de la lejanía
y desapareces Acercarme a ti ¡es tan difícil!
Me dejas esperando el nuevo día ¿sabes?
las horas se hacen eternas sin saber qué piensas, qué
haces. Saltan de mí lágrimas que se evaporan en
los sueños, en tus recuerdos.
La primavera entre los dos está
desapareciendo las nubes tapan nuestro sol porque tú
dudas que te amo.
Mira tus manos, en ellas está el ayer
aún latente y te aterra.
Cada amanecer te haces mas frío y distante,
tu corazón no sabe perdonar, me pierdes y no sabes qué
hacer porque para ti hay cosas más importantes que el
amor.
Yo sé que eres un mar bravío difícil
de surcar Tu oleaje salta y me cubre los afluentes que de mi
tierra salen son vigorosos pero no lo suficiente para atravesar
tus arrecifes. Y me daña el verte ir
Quiero ser parte de tus aguas pero no me lo
permites. Y en tu orilla me pierdo en ellas me cuesta dejar
marcado mi amor.
Mis manos no encuentran ya las tuyas y cada
vez soy más sombra para ti. Mis besos son brotes de flores
llenas que se marchitan con la sales de tus aguas que tú
endureces para mí. Y sus pétalos caen y se pierden
en las noches que estás y ya no eres tú.
Sé que te digo
Sé que te digo poco lo que te quiero Sé
que mis labios a veces rozan poco tus labios secos A veces,
quisiera darte el firmamento con tan solo mi pensamiento. Pero
pienso que es poco… y me quedo en silencio.
Sé
que te digo poco lo que por ti siento Pero sé que en mi
corazón te llevo y en mi alma, como pétalos, están
tus besos.
Sé que no sé decir te quiero con
suavidad, con dulzura Pero sé que te doy el amor que
nace en este río de mi cuerpo cuando lo tocas, cuando me
acarician tus ojos aunque estés lejos.
Sé amor
que hoy te quiero.
Si tú quieres
Déjame caminar junto a ti, acompañarte
en este viaje sin puerto, sin orilla donde el sol se esconde cada
vez más pronto donde las nubes parecen ramos de flores
secas. Deja que mis pies sean peregrinos junto a los tuyos de
esta tierra sin retorno que araña tu vida. Déjame
compartir contigo mis fuerzas cuando las tuyas estén
agotadas. Cuando te cueste caminar, yo seré el viento que
te empuje mis ojos serán, si tú quieres, las
ventanas de los tuyos. Cuando llores de impotencia, mi amor te
rozará y olvidarás tu sufrimiento. Quiero ser el
agua que aliviará tu sed en esos días que han de llegar
de sequía Seré, si tú quieres, el fuego que
te caliente en las noches que no encuentres refugio al vacío
que el dolor te hizo. Si tú quieres, mi cuerpo será
el escudo de esta guerra que ya no es sólo tuya, lucharemos
día tras día juntos hasta vencer y en la oscuridad
de la noche, en las penumbras de nuestra habitación, cerremos
los ojos sin mirar hacia atrás y caminemos por el sendero de
nuestra piel. ¡Amémonos cada minuto!, aclamarán
nuestros corazones como si fuera el último. Entra en mi
jardín y corta para ti la flor de la vida, corona mi
existir de tu aroma cada noche y al despedirnos de este día
que consume el ayer y quizás no deje entrar el mañana
unamos nuestras manos y escuchemos el latir de nuestros corazones que
quieren compartir la victoria del existir que está por llegar.
Soy
Soy el espíritu de la libertad que
prendido en tu pelo vuela por el sendero de los amores que
duermen en silencio, que nunca saldrán al aire pues
son amores eternos
Amores de firmamentos que se miran desde
lejos que no se entiende cómo pero sin tierra
prendieron.
Soy el espíritu de la juventud que
duerme en tu cielo que navega en el mar de tus luceros, su luz
son las farolas de tus noches que nunca caerán a la tierra
pues la luna los custodia y duerme entre velos.
Soy la sombra de tus cimientos que cubre el
sol que quema tus “te quiero” Tus piedras son mi
lecho me duele y me calma cuando callas y tu mirada no me
da consuelo ¿Soy alguien al que has amado o sólo
sensaciones de unos sueños?
Te
esperé
Te esperé durantes años, amor que
volvieras de tu batalla de las guerras de la vida. Mis aguas
estuvieron en un letargo y hoy el cielo me ha llamado y mi
alma de mujer salió de las profundidades. Paseé por
la orilla buscándote y vi tu espada que a mis aguas
plateaba. Te llamé y no me respondiste, amor Volé
por las sendas del abismo, día tras día, te esperé
sentada en la roca de mí y no me llegaba el olor a la
vida. ¿Quién te arrastro hoy hasta aquí
como una sombra que el tiempo marchita que no escuché
tu morir en mi interior? ¿Quién te robó el
aliento que mojaban mis labios? Mis alas hoy cubren tu frialdad,
tus ojos vacíos se clavan en mi mirada, mis manos ya no
sienten el latir del jazmín de tu pecho y mi alma
herida se resiste a que mis aguas sean las que te den el último
adiós.
¿Te has fijado
alguna vez?
¿Te has fijado alguna vez en el silencio de
la noche en el cielo?
Es tan sedoso y tierno… cambia según
llegan las nubes de gris, a bronce viejo
Dicen los que miran sus senderos que a veces
arde que parece que sus ojos son de fuego
¿Has mirado alguna vez las estrellas que
cuelgan como diamantes en su cuerpo?
Son almas errantes de viajeros que se
perdieron en el horizonte de sus velos
Ellas forman su ejército
Lo defienden contra las sombras que rompen su
silencio Lo protegen contra el viento que le arrastra sin él
quererlo.
¿Te has fijado qué bello es el
cielo? Cada día se ilumina de colores, que nacen nuevos.
Tengo
miedo de lo que sueño
Tengo miedo de lo que sueño, de esos
recuerdos que me hacen ser eterna, inmortal en el amor. Sueños
donde las caretas se caen, donde la blancura del alma sale y
mi cuerpo ya no es una figura. Vuelo libre alrededor de ese
girasol que cada día sale en nuestro cielo. Tengo miedo
a que esta rosa que hay en mi pecho latente se deshoje antes
de brotar, que sus cinco pétalos de amor no salgan al
sol de la vida y se ahogue en su propia fertilidad. Me da
tanto miedo que mis huesos se deshagan en sus espinas, que en
el refugio de un vientre se duerma y no la den a luz. Sé
que mi carne arderá si la toca, que mi vida se pude
quemar. Me da miedo no poder atar los sentimientos, que estos
recuerdos me hagan pecar. Pero, guardo cada pétalo de esas
rosas que el viento me trajo con sus besos. Sin poder gritar
te amo es como morir en el desierto o que te quiten el aire.
Es una cobardía huir, lo sé, secar mi amor. No
enfrentarme a mí misma me hace culpable de mi dolor e
inocente de mi pecado, porque nunca sabré qué se
siente entre los pétalos que se deshojan de ti.
En la
distancia
En la distancia, en el tiempo donde las almas
se separan y a la vez se esperan, en ese silencio súbito
que se hace tristeza allí, mi amor, estaré yo
buscándote.
En este cielo que me cubre con su velo, con su
manto, a veces, iluminado de tus risas, de los recuerdos de
tus caricias yo te esperaré siempre.
En esta nostalgia que dentro de mí me
araña que me hace enloquecer lloro, grito y nadie me
consuela.
Pienso entre estas tinieblas que me
atrapan ¿cuándo llegarás a mi lado? ¿cuándo
será tu hora?
Ni el infierno con sus llamas que
arrasan mis entrañas, ni el abismo con su silencio que
mis sentidos aletarga, podrán borrar estas noche de
espera, de ilusiones mundanas, que aún corre por mi
alma, que cuelgan en mí como luceros llenos, que me
iluminan como antorchas en llamas.
Sobre mi pecho muerto flores yacen y verdes
malvas, sus blancas capas cubren mi nombre viento y escarcha
me atan.
En la distancia en el tiempo donde el cielo
oscurece sus ojos, allí estaré yo para recogerte
cuando tú me llames, cuando grites mi nombre, cuando
suspires por mí.
Mis manos pararán el tiempo y seremos
en ese momento espíritus sin cielo.
Mis alas de mariposas caerán en tu
lecho y rozarán tu alma que ya sólo será
viento sereno.
Y te elevará a la eternidad
en un silencioso duelo.
Y seremos dos seres que murieron
en la distancia
y a diferente tiempo que el amor unió
con sus lazos de lirios nuevos
y los hizo blancos lienzos en el firmamento
pintando sobre ellos besos llenos.
En la distancia, en el tiempo estará mi
alma siempre entre nubes de ébano,. y entre flores
blancas, en la tierra, mi cuerpo.
Esperando en la eternidad
estaré, mi amor, que sea tu tiempo
Un
destino
Una flor para un destino un pétalo para
una canción un sol para una ventana un latir para un
corazón.
Una caricia para unas manos un beso para un
amor una sonrisa para un cielo y un alma para compartir dos.
Un abismo para un tiempo un jardín para
un sembrador un balcón para un te quiero y para dos,
una sabana de almidón.
Unos pies para un camino un árbol para
no tener calor un mar de aguas turbulento una orilla sin arena
y sol.
Cruzando en un barco la vida vagan dos.
Vuelvo a leer
Me consuela tu escritura en las noches que
estoy a solas, más, cuando llega el día las
vuelvo a leer a solas y a escondidas, y veo que en cada línea
hay algo que sólo se yo ver: son tus heridas, tus
soledades dormidas y un espíritu de lilas que espera
volar entre las nieblas de mi vida.
Sólo hay una barca que me lleve a tu
isla sólo un timón que me haga llegar sólo
una estrella para guiarme sólo un mar para navegar y
tan solo hay un cielo para poder reflejar el rumbo a la libertad.
Carmen Bruzon Molina - Enero 2006
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