La vieron una noche salir del mar
Detrás de una liviana capa de nubes doradas
apareció su cuerpo desnudo, resplandeciente
con ráfagas de un claro azafrán
En la arena extendió sus alas
y las puso a secar
Su cuerpo esculpió montañas de blanca sal
Dicen que nació
de un suspiro del sol,
de un beso que la luna le entregó al mar
Su alma emana del vientre del mar,
su corazón es de transparente claridad
Nadie sabía de donde procedía,
si creía en Dios o en Alá
Los fenicios al verla coronaron de plata su majestuosidad
Dicen que en las cuerdas de su piel
las guitarras del mundo vinieron a tocar poemas de amor, cantos de libertad,
que los vientos de levante no supieron transportar
Dicen que los poetas se enamoraron de ella,
que los pintores sus acuarelas dejaron secar
cuando la vieron vestida de blanco azahar
De fragancias la inundan sus padres
Sus sábanas de la noche almidonada
Huelen a almendro en flor, a olas y tempestad
Las estrellas le tejen batas de cola vestidos de coral
La engendraron dos mares
de corriente desigual
que acarician su cuerpo, que no la dejan de besar
Cádiz se llama la ninfa
que en Andalucía vino a naufragar.
Amar - 03.12.2004